Has
pasado mucho identificado con el mundo de las ideas, con tus propias
creaciones, creyendo que para que esto ó aquello suceda debes hacer esto y lo
de más allá, creyendo que la vida son solo una cadena de acciones y sus
consecuencias, creencias que te han sumido en el contexto de lo limitado, de lo
emocionalmente incómodo, de la tristeza y todas esas emociones que no te
agradan.
Y
eso de creer en el mundo de las ideas, en las propias creaciones no es bueno ni
malo, no tienes porque juzgarte, simplemente observa cada acción, cada emoción
que experimentas, identifica su origen y ahí encontrarás el tesoro que te está
regalando esta experiencia que creías negativa; esta experiencia te está dando
la posibilidad de que te observes, de que te hagas consciente de tú verdadera
naturaleza, de tú escencia divina, de esa fuerza infinita de amor que te hace
UNO con Dios y con todos tus hermanos.
Nada
te es negado porque tú eres parte del infinito, solo hace falta que consciente
de tú naturaleza divina creas y crees a partir de tú escencia, desde la certeza
de que tú experiencia no es una cadena de actos, encadenados indefectiblemente
los unos a los otros, sino que por el contrario, cada instante de tú existencia
cobra sentido en tú naturaleza divina que te permite elegir de manera infinita
las experiencias que deseas.
Recuerda
que no eres ese cuerpo, ni esa mente, ese cuerpo y esa mente son
manifestaciones divinas en la medida que son herramientas que posees para vivir
esta experiencia vital, tú eres más allá de ello, parte del ser divino y por
tanto nada te puede hacer daño, eres libre por tanto nada te puede aprisionar,
eres amor por tanto ninguna emoción distinta al amor te puede tocar.
Eres
tan libre que aún desde tú naturaleza divina puedes elegir la experiencia
limitada y aún en medio de esa experiencia limitada tienes la oportunidad no
sólo de cambiar esa experiencia, sino de observarte y a aprender a través de
ella.
Deja
fluir tú ser espiritual a través del cuerpo y la mente, no juzgues, ni te
detengas a pensar y cuestionar lo que sucede, simplemente desea, cree y crea,
experimenta la infinidad del poder que te habita, permítete experimentar
plenamente tú naturaleza divina y observa como ésta se manifiesta por medio de
tú cuerpo y de tú mente, fluye en plena confianza, nada te es imposible, porque
tú como todos tus hermanos eres UNO con Dios, con el amor infinito, con el
mismísimo universo.
Eres
amor, eres paz, eres libertad y cada instante es una oportunidad de que te
reencuentres con esa naturaleza, cada segundo por más triste ó ingrato que te
parezca es una puerta que se abre al reencuentro a la creación de cualquier
experiencia que desees tú ó cualquiera de tus hermanos, porque son parte del
UNO universal.
No tienes
nada que temer, porque tú eres amor y aún las experiencias más atemorizantes
son reflejo de ese amor, obsérvate, observa a todos tus hermanos, observa y
cree, cree, siente, la fuerza del infinito manifiesta en todo cuanto sucede,
cree y crea desde tú escencia que es a la vez la escencia de todos.
La
experiencia vital te ha sido dada en libertad y desde el amor, para que elijas
a cada instante en libertad y desde el amor, el infinito te respalda, tu
elijes.
Cree
y crea desde lo que eres realmente, no te juzgues, ni juzgues a tus hermanos,
obsérvate y obsérvalos, cada cosa que sucede es reflejo del amor y en cada
experiencia hay una lección de amor, una puerta que se abre de retorno a la esencia.
Ama
lo que eres, experimenta la vida intensa y plenamente, desde el amor, en
libertad y sin miedo; porque para ello te ha sido dada la experiencia, para
sentirla, para elegirla, para crearla.
Desde
el amor, para el amor y por el amor.
TÚ
AMIGO COMÚN
No hay comentarios:
Publicar un comentario